lunes, 18 de abril de 2011

Familia, Escuela y Sociedad

Cada género posee ciertas demandas y expectativas sociales, es en el seno de la familia donde se reproducen y asimilan dichas pautas de comportamiento, creando diferencias entre hombres y mujeres, estas diferencias en la edad adulta se traducirán en la asunción de papeles y roles propios de cada sexo  que según distintos autores se manifiestan por ejemplo en la elección de una profesión. 

La escuela es considerada la institución inminentemente social y por ende responde a la sociedad, transmite la cultura del país en el que se encuentre, valida valores, etc. Entonces es innegable que juega un rol en la construcción de la identidad sexual y la valoración de género.
Las desigualdades entre hombres y mujeres son cultivadas en la escuela  a través del currículum oculto, nos referimos a este cuando hablamos de las normas y valores que son implícitas pero eficazmente enseñadas en la escuela y de las que no suele hablarse en las declaraciones de fines u objetivos del establecimiento educacional.
El currículo oculto abarca normas y valores, actitudes en general, organización del centro educativo, relaciones interpersonales, el mundo imaginario de las expectativas, esquemas y proyectos amorosos y de vida, los cuales conforman los modelos de género.

A través de este lo que podría llamarse una “pedagogía oculta de género” ”, que transmite aquellas creencias, concepciones, en definitivas todas aquellas tradiciones pertenecientes a ambos géneros, es decir, el rol que a cada uno le concierne, se pretende inculcar y validar las expectativas sociales que se tienen de hombres y mujeres.
Respecto al hombre la sociedad tiene como expectativas que sea independiente, que se ocupe de las cosas, sea alguien, desempeñe un valor importante, etc. Respecto de la mujer la sociedad tiene fundamentalmente la expectativa de que sea la que seduzca al varón y que forme una familia (como si la familia la formara solo ella). Se cree que los intereses masculinos son la ciencia, los inventos, el comercio, el deporte, las maquinas, el riesgo, la aventura, etc. Mientras que los intereses de la mujer giran en torno  a los sentimientos, el trabajo más sedentarios y el ámbito domestico y relacional.
De este modo la mujer se ve obligada a irrumpir en el mundo de los hombres y no al contrario, bajo esta perspectiva el mundo fuera de los sentimientos y el hogar está diseñado para los hombres.

La sociedad constantemente tiende a naturalizar las cosas, pero esto tiene su raíz en cosas tan básicas como la elección de los juguetes, la forma de vestir, las reglas de comportamiento y formas de actuar (“tú no puedes jugar así porque eres una señorita” “los hombres no lloran  ¿oh eres marica?”), etc. Estas ideas se van interiorizando en cada sujeto hasta el punto que se han ido legitimando y reproducido sin cuestionamiento, es verdad que biológicamente la maternidad es exclusiva de las mujeres, pero eso no implica todas las otras conductas sociales que se han ido formando en torno a ellas el rol social se ha construido y naturalizado por la sociedad, como consecuencia sean creado las desigualdades, la falta de oportunidades, la jerarquización de las labores (“es que desde que ella empezó a trabajar el niño bajo las notas”) y por supuesto las sanciones que implica salirse de esta norma, por ejemplo un niño que le atraen las cosas que hacen sus compañeras antes de jugar al futbol se le trata de poco hombre, pues esas conductas no le pertenecen su sexo, y esta distinción las hacen sus propios compañeros/as de clase, ahí es cuando observamos cómo se manifiesta aquello que hemos aprendido fuera de la escuela y esta lo reafirma, ya sea porque un/a estudiante se da cuenta que aquello que aprendió en casa acá es igual y los demás piensan lo mismo entonces ocurre un proceso de validación de estas conductas, aquí vemos también como nacen las conductas homofóbicas.
La escuela en este sentido no da posibilidades de otra realidad a los/as niños/as sino que reafirma aquello que está en la sociedad y la familia enseño. La escuela no es neutra potencia aquello que la sociedad demanda.

Por otra parte los medios de comunicación fomentan y reafirman las representaciones de cada sexo, aquellas que la familia introduce y la escuela reafirma; en este sentido es importante destacar el papel que juegan los medios ya que aunque no son parte directa de la escuela están insertos en lo que llamamos educación informal de manera permanente, considerando que vivimos en una sociedad donde el principal medio de información es la televisión.

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